- EAN13
- 9782305024905
- Éditeur
- Le Petit Futé
- Date de publication
- 05/2019
- Collection
- Country Guides
- Langue
- castillan, espagnol
- Langue d'origine
- français
- Fiches UNIMARC
- S'identifier
Senegal (español) 2019/2020 Petit Futé
Dominique Auzias, Jean-Paul Labourdette
Le Petit Futé
Country Guides
Livre numérique
Senegal es la tierra del eterno sol y la aventura, rica en paisajes,
contrastes y encuentros fortuitos. Es la imagen del África icónica
representada por sus cuentos, griots, cultura animista y pueblos de chozas; la
que les contamos a los niños para que tengan dulces sueños. Senegal es también
otra África, actual, donde la democracia es estable, donde las religiones
coexisten armoniosamente, donde los grupos étnicos seculares perpetúan sus
tradiciones sin rechazar la modernidad. Finalmente, es la tierra de la
teranga, ese sentido de la hospitalidad innata arraigado en la cultura
nacional, que se experimenta en cada taza de té compartida, en cada «hola»
intercambiado con alegría, en cada pueblo en el que decidimos quedarnos un
poco más. Las luces de las ciudades también son fascinantes. Dakar, la
capital, orgullosa, inquieta, a la moda, sigue expandiéndose mientras exhuma
su doloroso pasado en la isla de Gorea. Mientras tanto, Saint-Louis permanece
dormida en su decoración colonial matizada por el tiempo. Senegal es un país
de pescadores y coloridas canoas, una tierra de ocio y desorientación, donde
cada escapada es una odisea poética.
contrastes y encuentros fortuitos. Es la imagen del África icónica
representada por sus cuentos, griots, cultura animista y pueblos de chozas; la
que les contamos a los niños para que tengan dulces sueños. Senegal es también
otra África, actual, donde la democracia es estable, donde las religiones
coexisten armoniosamente, donde los grupos étnicos seculares perpetúan sus
tradiciones sin rechazar la modernidad. Finalmente, es la tierra de la
teranga, ese sentido de la hospitalidad innata arraigado en la cultura
nacional, que se experimenta en cada taza de té compartida, en cada «hola»
intercambiado con alegría, en cada pueblo en el que decidimos quedarnos un
poco más. Las luces de las ciudades también son fascinantes. Dakar, la
capital, orgullosa, inquieta, a la moda, sigue expandiéndose mientras exhuma
su doloroso pasado en la isla de Gorea. Mientras tanto, Saint-Louis permanece
dormida en su decoración colonial matizada por el tiempo. Senegal es un país
de pescadores y coloridas canoas, una tierra de ocio y desorientación, donde
cada escapada es una odisea poética.
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